Bueno en resumidas cuentas y por la información que he leído, esta festividad tiene orígenes celtas. Cada 31 de Octubre los celtas celebraban rituales considerando este día como el fin del año, lo denominaban: Samhain que significa fin del verano y coincidía con el fin de las cosechas.
Los druidas o sacerdotes invocaban espíritus malignos para conocer las predicciones del nuevo año porque se decía que en esa noche la línea con el otro mundo se estrechaba. Además, en muchos hogares, los ciudadanos usaban máscaras para espantar a los espíritus malignos y encendían hogueras.
Luego los romanos conquistaron los territorios celtas, adoptaron la misma tradición pero añadiendo nuevas costumbres como encender fogatas, juegos con frutas y surgieron entonces, a partir de nabos y repollos las famosas caras en las calabazas.
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Al final se acabo extendiendo hasta llegar a Estados Unidos. Una fiesta que solo se celebraba hasta no hace mucho en los países anglosajones de Reino Unido, Irlanda, Canadá y EE.UU.
Pero con la globalización, el capitalismo, el poder y la presencia de Estados Unidos se ha ido difundiendo hasta hacerse popular e incluso consiguiendo llegar a ser una de las fiestas preferidas para todos los públicos.
Y no solo eso, ha llegado a invadir todos los comercios y negocios, el decorado, los empleados disfrazados, promociones, concursos de disfraces, escaparates e incluso los productos vienen a veces en ediciones especiales conmemorando esta festividad.
Se trata de llamar la atención, de destacar por encima de todas las cosas, para nada de asustar al consumidor.
Por ejemplo Medio Mark ha creado un concurso de disfraces a través de fotografías, Twitter se disfrazará de Rajoy, cambiando su Avatar, en la Vaguada se celebrará un "Flashmob" lleno de zombies al ritmo de "Thriller", los parques de atracciones te ofrecen experiencias nuevas y escalofriantes pero eso sí, inolvidables y lugares como el bar/restaurante 40 Principales al que fui ayer, te impresionan con una decoración increíblemente realista y macabra, inspirada en historias como "Saw" o "El resplandor".
La noche de Halloween se ha convertido en una semana de consumismo más divertida que asustadiza, porque la verdad, reconozcámoslo a todos nos gusta un cambio de vez en cuando, y aunque a mí el sabor de la calabaza no me guste, reconozco que su color naranja da vida a los escaparates.
¿Y vosotros? ¿Os vais a disfrazar? ¿Os gusta Halloween?
Yo os deseo una noche llena de terroríficas sensaciones y experiencias y por supuesto, que lo disfruteis.