sábado, 8 de diciembre de 2012

Las cajetillas de tabaco australianas pierden su identidad con un 'packaging' de lo más desagradable.

Desde hace tiempo en España es obligatorio informar en las cajetillas o paquetes de tabaco sobre los efectos que el consumo de este producto puede causar en nuestra salud o incluso la de los demás. 

Las compañías ya se quejaron de esta medida, no solo por el hecho de que esta información tan brutal podría prevenir a los consumidores de fumar y reducir las ventas, también porque gran parte del diseño del paquete deja de estar disponible para emplearlo en tácticas de marketing y atracción del consumidor.

Peor lo tienen ahora las compañías tabacaleras que comercializan sus productos en Australia, ya que sus cajetillas perderán completamente la identidad de la marca y su personalidad. No mostrarán textos o pequeñas fotografías, en su caso exhibirán desagradables e impactantes imágenes sobre los efectos en el consumo de cigarros o tabaco, fotografías que ocuparán el 75% del paquete



Adiós a los logotipos o imágenes de marca. Adiós al glamour. El consumidor ahora simplemente conocerá las posibles consecuencias de fumar, por medio de unas imágenes más que desagradables.


Por supuesto, la industria tabacalera se ha quejado y ha tratado de evitar esta medida, ya que es su medio más directo con el consumidor para anunciarse. El único medio tras la prohibición de anuncios en los medios y en eventos o actividades sociales.

Ya ha habido estudios que han demostrado los efectos atrayentes que el 'packaging' tiene, especialmente en los jóvenes. Por ello y por otras razones como el elevado número de muertes relacionado con el consumo de tabaco, se ha decidido aplicar la medida, una medida que reduce en gran medida las posibilidades de marketing de las compañías tabacaleras.


1 comentario:

  1. Esto es muy curioso: Martin Lindstrom en su libro “Buyology” nos cuenta un estudio que hicieron para ver qué efectos tenían las advertencias e imágenes horrorosas que aparecen en las cajetillas de tabaco en los fumadores. Para ello analizaron imágenes cerebrales de unos voluntarios a través de resonancias magnéticas mientras veían estas imágenes. Los resultados no fueron esperados. No solo no eran disuasorias, sino que activaban el "núcleo accumbens", conocido también como el punto del ansia. Es una cadena de neuronas especializadas que se encienden cuando el cuerpo desea algo: alcohol, drogas, tabaco, sexo o juego. Cuando se estimula, pide más y más dosis para saciar su ansia. Es decir, toda la campaña para reducir el tabaquismo y el cáncer no fue mas que una espectacular herramienta de marketing para la industria del tabaco. No sé hasta qué punto puede pasar lo mismo en Australia. Quizá exista un límite en el que la imagen pase de activar este ansia a producir verdadero asco.
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