Desde que en 2008 estalló la crisis muchos países han caído a pique y lo peor es se observan más retrocesos que mejorías. Solo se escuchan las palabras recesión tras recesión y desgraciadamente, cada vez es más apreciable el aumento de pobreza en los habitantes de ciertos países europeos que todos conocemos.
Esta situación no solo está dando que replantearse a los consumidores a la hora de comprar, también las empresas deben que adaptarse a las necesidades de éstos. Es un momento de cambio derivado por lo que el responsable europeo de la multinacional Unilever ha denominado como el regreso de la pobreza a Europa.
Debido a este cambio que se ha producido en los niveles de adquisición y en el consumo, varias compañías han comenzado a pensar en lanzar nuevos formatos de sus productos, exactamente como hacen en los países emergentes como en Indonesia.
Un ejemplo de estos formatos son los champús en dosis individuales a menos de 5 céntimos y otros ejemplos ya llevados a cabo en Grecia son por ejemplo los sobres de mayonesa o los paquetes individuales de puré de patatas.
Unilever también ha encontrado una solución para artículos de primera necesidad contratando a marcas locales más baratas.
En referencia a una de sus declaraciones: "Si un español únicamente gasta una media de 17 euros en cada compra, entonces no puedo venderle detergente por la mitad de su presupuesto" han dado origen a un detergente bajo la marca "Surf" que limita su contenido a tan solo 5 lavados.
¿Será verdad que estamos volviendo a la pobreza? Por el momento parece que los formatos ahorro gigante no están resultando tan bien como antes de que esta crisis comenzara lo que lleva a una conclusión: en momentos difíciles se prefieren comprar dosis menores y más baratas que satisfagan la necesidad en el momento, en lugar de formatos grandes que nos permitan almacenar y a esta tendencia se deben adaptar las compañías que quieran seguir operando en dichos mercados.
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