Sin embargo, yo hasta el momento no había oído hablar de nada similar a lo que ha presentado Adamant Technologies, una compañía estadounidense que combina los campos de la química y la tecnología para crear dispositivos sensoriales.
La tecnología que quiere aplicar a los smartphone cuenta con 2.000 sensores (5 veces más de los que dispone nuestra propia nariz), gracias a este curioso hecho, el smartphone puede distinguir aromas y ser capaz de detectar el mal olor en nuestro aliento, elnivel de alcohol consumido o incluso ciertas enfermedades.
Este sistema ya se está desarrollando y se quiera empezar a vender en colaboración con Apple y su iPhone por un precio que ronda los 100 dólares. Una innovadora idea que sin duda nos muestra y verifica lo lejos que está llegando la tecnología en relación a su utilización por parte de particulares.
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