No es nada nuevo que yo hable de Photoshop y lo relacione con firmas de moda o de cosméticos. Es algo que es habitual y que no solo podemos leer todos sino que además es fácilmente apreciable solo con ver algunos carteles o anuncios.
Sin embargo, hay una gota que colma el vaso... Y es la de transformar rostros o cuerpos que ya son bellos o bonitos, porque seamos honestos, la perfección no existe. Aunque de acuerdo con mi opinión, creo que Dior que ha hecho prácticamente lo contrario.
En su nueva campaña que tenía como protagonista a la exitosa actriz Jennifer Lawrence, la firma de moda ha decidido lanzar unas imágenes publicitarias que han sido muy criticadas por tener unos retoques muy poco sofisticados.
Y es que la joven actriz, que ya desborda una belleza bastante natural de por si misma ha sido retocada de forma que parece más masculina, muy artificial e incluso en mi opinión aparece menos guapa de lo que ella es.
Las críticas la relacionan con un Leonardo DiCaprio adolescente o incluso se ha llegado a la declaración en Philly Magazine de que parece: “un chico prepubescente de 12 años que la mujer fuerte y de hombros anchos que estamos acostumbrados a ver en las películas”.
Duras críticas que deberían hacer darse cuenta a las compañías de que la belleza natural es más demandada y gusta más en el público actual que los efectos milagrosos y en ocasiones ridículos que se pueden generar con herramientas como el photoshop.
Pese a que el concepto de belleza es algo muy personal, desde hace años nos están vendiendo un concepto de mujer andrógina exenta de curvas y características femeninas reales. Con el dichoso photoshop ya no sólo nos muestran mujeres que bien podrían no serlo, ahora nos muestran personas irreales por completo y, por desgracia, una gran mayoría silenciosa, carente de personalidad, lo acepta como el canon de belleza de nuestra época, pese a la repulsa de algunos de nosotros hacia dichos cánones.
ResponderEliminar¿Qué hacer? Pues mientras vendan y la gente compre, sólo podemos aferrarnos a nuestros propios valores y dejar