Pues ahora los grandes almacenes Selfridges ofrecen la experiencia de tener una fragancia personalizada a través de un proceso bastante calculado, a todas las personas que quieran y que estén dispuestas a pagar 65 libras.
El proceso llevado a cabo en el llamado Fragrance Lab y a través del cual se da con la fragancia particular y adecuada a cada persona consiste en un test de personalidad y un viaje olfativo de 15 minutos en el que se comprueban las reacciones y los comportamientos hacia distintos olores.
La verdad es que teniendo en cuenta el sistema innovador empleado, la importancia que tiene el sentido del olfato y el potencial que tiene el mercado de los perfumes, esta idea puede ser fantástica. Tras todas estas pruebas, los clientes que participan se llevan por supuesto un frasquito de 50 mililitros con su fragancia personalizada.
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