¿Has soñado alguna vez con ser James Bond? ¿Transformarte en una de las figuras cinematográficas más populares? Si es así y lo ves como un sueño imposible, no lo des por perdido; Coca-Cola te brinda la oportunidad.
La nueva idea de la gran multinacional ha consistido en la instalación de una innovadora máquina de vending para su producto Coca-Cola Zero. Aunque le han aportado mucha personalidad a la máquina con una idea muy atractiva, hay que decir que ya no es extraño encontrar máquinas vending del estilo: interactivas y que logran atrapar al consumidor.
No obstante, esta máquina que se encuentra en la estación de trenes de Amberes (Belgica) tiene una misión muy importante: transformar a todos los consumidores que se dirijan a ella en agentes secretos. No solo vende botellas, esta máquina ofrece experiencias.
Y se trata de una experiencia de tan solo 70 segundos, pero en ese minuto largo, el consumidor se transforma en el agente 007 y debe saltear obstáculos y superar pruebas a la mayor velocidad posible para hacerse con el premio: entradas para ver la última película de James Bond. Desde luego el vídeo merece mucho la pena.
Imaginaos la cara que se les quedó a las personas que acudieron a comprar su refrescos y se vieron envueltos en una misión de lo más divertida. Muchos de vosotros pensaréis como yo: ¡A ver cuando me sucede a mí algo como esto!
La nueva idea de la gran multinacional ha consistido en la instalación de una innovadora máquina de vending para su producto Coca-Cola Zero. Aunque le han aportado mucha personalidad a la máquina con una idea muy atractiva, hay que decir que ya no es extraño encontrar máquinas vending del estilo: interactivas y que logran atrapar al consumidor.
No obstante, esta máquina que se encuentra en la estación de trenes de Amberes (Belgica) tiene una misión muy importante: transformar a todos los consumidores que se dirijan a ella en agentes secretos. No solo vende botellas, esta máquina ofrece experiencias.
Y se trata de una experiencia de tan solo 70 segundos, pero en ese minuto largo, el consumidor se transforma en el agente 007 y debe saltear obstáculos y superar pruebas a la mayor velocidad posible para hacerse con el premio: entradas para ver la última película de James Bond. Desde luego el vídeo merece mucho la pena.
Imaginaos la cara que se les quedó a las personas que acudieron a comprar su refrescos y se vieron envueltos en una misión de lo más divertida. Muchos de vosotros pensaréis como yo: ¡A ver cuando me sucede a mí algo como esto!
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