Lo más normal cuando vayamos a comprar vino es que nos lo encontremos en una botella de aspecto oscuro y con una etiqueta identificativa que menciona la marca, el lugar de procedencia, los años de antigüedad y algunas características más del producto en cuestión.
El hecho de que estos paquetes sean tan generales e incluso monótonos dificulta la elección del consumidor y no incentiva la diferenciación de la marcas, cuyo aspecto físico puede ser clave en la opción de compra.
Por este motivo, las bodegas Canopy de Toledo han apostado por un nuevo formato de packaging en uno de sus vinos blancos. A esta variedad de vino le han otorgado el nombre de "Loco" y han vestido la botella para la ocasión: con una camisa de fuerza blanca que además, permite una mejor presentación del original logotipo.
El producto se puede a su vez comprar en un pack de varias botellas que van en una caja simulando una celda para locos.
La iniciativa de la compañía es muy original y está llena de creatividad pero no deja de ser arriesgada al presentar un producto tan tradicional en un formato tan atrevido. De cualquier forma, si lo que quieren es llamar la atención lo van a conseguir.
Las sabías palabras del supervisor de la compañía creativa Lola (diseñadora de la iniciativa) son las siguientes: “No sólo hemos querido diferenciar a Loco por un packaging innovador, sino con su identidad de marca, con lo que va a representar para la gente”, “En un mercado masificado de marcas, como es el caso de los vinos, es especialmente importante hacerte ver, que la gente te recuerde cuando te vea una segunda vez”.
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