Comparte las fotos de tus muebles con KNÄPPA, la nueva cámara desechable de IKEA.

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¿Qué les queda por inventar a los de IKEA? Estos suecos no paran de innovar y de buscar nuevos productos; de sacar al mercado muebles casi imposibles de montar y con nombres impronunciables, pero que siempre consiguen hacerse un hueco en nuestros hogares.


Y es que IKEA, a pesar de las dificultades de montaje que presenta a veces, es una marca que gusta mucho y tiene un éxito innegable, allá donde va. No solo se debe a sus excelentes campañas marketing, también son importantes los precios tan baratos que equilibran los inconvenientes de tener que montar los muebles uno mismo.


La multinacional sueca nos sorprende ahora con una cámara de fotos digital, con el objetivo de combinar el diseño hogareño y la experiencia personal de tomar fotografías, ya que seamos sinceros a todos nos gusta inmortalizar el aspecto de nuestras casas con muebles nuevos e impecables.


Esta cámara producida con cartón duro, ha sido presentada durante las semana del diseño de Milán, llevará el nombre de KNÄPPA y contradiciendo las complicaciones que conlleva montar muchos de sus productos, este nuevo objeto es de lo más fácil de utilizar.



Con tan solo dos botones, uno para captar la fotografía y otro para borrar las imágenes capturadas, una capacidad de almacenamiento de 40 fotos y resolución de 2,3 megapíxeles, todo el mundo será capaz de manejarla. 


Una lucecita (LED) nos indica cuando está lista para ser usada mediante el color verde, cuando se esté quedando sin pilas, por medio de un color rojo fijo y cuando esté falta de memoria a través de la luz roja parpadeante.


Otro factor que facilita su funcionamiento, es el hecho de que lleve incorporado un puerto USB para pasar sin dificultades las fotos del aparato acartonado al mismo ordenador. 
El mayor inconveniente viene dado por los ocho segundos que la cámara tarda en guardar la fotografía en la memoria interna, por lo que se debe tener un pulso muy firme para conseguir una foto decente.

Aunque su diseñador Jesper Kouthoofd bromee en el vídeo del final diciendo que tiene zoom (nuestros brazos) y estabilizador, esto no es cierto y lo que necesitamos es o un pulso perfecto o  mucho ingenio para de esa forma, inmortalizar correctamente el momento o lugar deseado.


Esta cámara que promete ser un éxito más, dentro del portfolio de IKEA, será vendida por el momento, tan solo como una edición limitada, acompañando la nueva colección de muebles PS y el precio es un misterio, aunque promete ser una de las cámaras desechables más baratas del mercado.


¿Cuál es el objetivo de sacar al mercado un producto tan sencillo y que no garantiza un gran beneficio marginal? Pues la idea va más allá de los beneficios económicos que la venta de estas cámaras puedan generar. El propósito de sacar este producto al mercado, es que la gente pueda subir a Internet las fotografías de sus hogares o muebles, especialmente los que compre en IKEA y así, compartirlas con los usuarios. 


Una forma de generar presencia en las redes a través del gusto de los propios consumidores y de una forma voluntaria por parte de éstos, pues la verdad es que a cualquiera de nosotros, nos ponen una cámara en la mano y de ella sacamos maravillas, aunque sean las simples maravillas de nuestras casas.