martes, 10 de julio de 2012

Romney y las cookies que hicieron famosa a la pastelería 'Bethel Bakery'.

Todos hemos oído hablar del famoso candidato a presidente de los Estados Unidos, Mitt Romney. Un hombre de negocios, representando al partido republicano y que aspira a ganar las elecciones de este año y por tanto a arrebatarle el puesto al actual presidente Barack Obama.


Como ya hemos hablado en otras entradas, los preparativos por parte de los partidos políticos antes de que llegue el día de las elecciones son inmensos e incluyen grandes inversiones en publicidad y en marketing para sus campañas políticas.
Cualquier estrategia que sirva para convencer y atraer al público es buena, eslogans, carteles, discursos... Un proceso en el que se debe poner mucho cuidado en lo que se dice y se hace.
La búsqueda de votantes se convierte así en una batalla.


Si se tiene un poco de ingenio se pueden utilizar las meteduras de pata de los otros candidatos para relanzar nuestras ideas, que es lo que ha hecho Barack Obama, pero antes de llegar a eso, demos paso a la desafortunada anécdota que ha puesto a Romney en una difícil situación con respecto al estado de Pennsylvania.


El hecho sucedió en un parque llamado Bethel Park en Pennsylvania. Romney fue a presentar su campaña electoral y a modo de bienvenida algunos ciudadanos le habían llevado un plato con galletas y cookies, cuando Romney un tanto a modo de broma, hizo un comentario que sin embargo, no gustó demasiado: "No estoy seguro de estas cookies. No parece que las hayáis hecho vosotros. Las habéis hecho, no verdad? No, no, son de la pastelería de un 7-eleven o de donde sea".


Lo que ofendió es que el candidato juzgó las galletas a simple vista y sin probarlas, cuando en realidad estas galletas provenían de una de las pastelerías más populares de la zona, un establecimiento muy querido en la localidad.


Al día siguiente de que esto sucediera John Walsh, el dueño de la pastelería, supo aprovechar la oportunidad y decidió lanzar una oferta especial bajo el nombre "CookieGate" mediante la cual se regalaban seis galletas por cada docena de galletas adquiridas. 


Esta simple situación, corrió como la pólvora tanto en la prensa como en las redes sociales y la pastelería se hizo aún más famosa. Los clientes habituales decidieron ir y adquirir productos para apoyar el local y por supuesto ha habido muchos curiosos que desde que esto ocurrió en Abril se han acercado a conocer los productos de la pastelería, lo que hizo perder popularidad al candidato a presidente, hizo ganar popularidad al pequeño negocio local y no solo popularidad, las ventas de la pastelería aumentaron en un 132% en tan solo una semana.


Ahora Barack Obama o mejor dicho sus asesores, también se han aprovechado del incidente  en su caso, para promocionar la campaña política y han decidido ofrecer a los reporteros las galletas de las que Romney se burló, alegando una diferencia más con respecto al candidato republicano, que al equipo de Obama, le encantan estas cookies.


Liketing Picture.

No es la primera vez que de una pequeña anécdota o situación surge un gran negocio. Simplemente hay que saber aprovechar la oportunidad y sacar lo mejor de cada momento como hicieron los encargados de la pastelería Bethel o el equipo de Obama.

2 comentarios:

  1. Diré que me sorprende, aunque en realidad no sea así, los comentarios que muchos políticos hacen sin sopesar la consecuencia de los mismos.

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    1. Bueno por lo menos en esta caso, ese ridículo comentario ha beneficiado a un pequeño negocio. Si cada vez que un político hiciera una comentario absurdo, ocurriese esto, no habría más crisis.

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