Con regularidad se destacan más estos aspectos que la verdadera utilidad de higiene y limpieza que caracteriza a los productos destinados a la ducha y al baño. Al fin y al cabo ese es tan solo un uso común que todos los productos cumplen, unos con mejores resultados que otros.
La idea se ha trasladado a los vestuarios femeninos de algunos spas y gimnasios. En las duchas de éstos se han colocado unas pegatinas con forma de flores que causaban un efecto muy especial: cuando la ducha estaba seca y sin utilizar, todo parecía normal, los azulejos seguían blancos y las pegatinas no se notaban, no obstante, si alguien se duchaba y rociaba con el agua los adhesivos, éstos comenzaban a aparecer creciendo intensamente en color y creando una sensación de esas que solo las grandes ideas de marketing generan.
Una vez las pegatinas se secaban, volvían a perder el color hasta que la próxima personas las humedecía de nuevo. Entonces, las flores vuelvían a renacer con los mismos colores vivos y la misma sensación espectacular. Sin perder la calidad del efecto.
¡Y claro! Como toda acción de marketing debía llevar una firma impresa, en este caso la marca dejó en cada ducha un bote nuevo de su gel de baño para que las mujeres lo usasen y se combinase su utilización con el efecto óptico.
Una forma de hacer este momento del día único e inolvidable para todas esas mujeres, que cada vez que piensen en la marca pensarán también en la fantástica experiencia.
Sin duda, la idea es de sobresaliente.
Creo que estaréis de acuerdo conmigo en que esta acción de marketing se lleva uno de los Óscars marketinianos. Por lo menos yo se lo daría por originalidad y puesta en escena.
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