Y es que... ¿Cuántas veces has tenido un vuelo temprano y has tenido que madrugar o incluso pasar la noche en el aeropuerto? Volar es agotador, haya escalas o no y es por ello, que la marca de cafés originaria de los Países Bajos, Douwe Egberts ha encontrado la localización perfecta para instalar una máquina muy especial: el aeropuerto internacional O.R. Tambo en Sudáfrica.
Esta máquina expendedora no funciona con monedas, funciona con bostezos. Mediante un software de reconocimiento facial detecta los movimientos de las caras de las personas que se colocan frente a ella y si alguien bosteza, ¡esa persona se gana un café!
Hay a quien le cuesta descubrir como funciona esta máquina, no obstante, al final la compañía regaló 210 cafés y ha conseguido a cambio no solo bostezos sino más de 180.000 visualizaciones en el vídeo de la acción, un estupendo regalo para una marca un tanto desconocida en España.
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