Supongo que el ser humano es así por naturaleza, olvida lo bueno y resalta siempre lo malo. En este caso Dove nos los muestra con un espectacular vídeo basado en un experimento, donde un artista les hace algunas preguntas a unas mujeres mientras las pinta a escondidas.
El artista realiza dos retratos de cada participante. El primero (a la izquierda siempre) es el que obtiene de las descripciones de las propias mujeres. El segundo (a la derecha) lo consigue pintar gracias a las descripciones de otra mujer con la que la participante ha entablado una conversación.
Sorprendentemente, el de la derecha muestra siempre a una mujer más hermosa, dando a entender que las mujeres no nos solemos considerar guapas (solo un 4% lo hace). El objetivo del vídeo es demostrar que todas somos más guapas de lo que creemos. Una bonita forma de sonrojar y hacer feliz a las mujeres, especialmente a las más inseguras.
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