¡Ojo! Esto no quiere decir que siempre tenga que acabar mal, una buena respuesta ante la mala experiencia de un consumidor puede suponer también una oportunidad para dejar a la empresa en el mismo lugar que estaba antes (o incluso reforzar ciertos valores) y para que el desafortunado acontecimiento quede en el olvido.
Subway debió pensar en esto cuando encontró la fotografía que un consumidor había subido a Facebook. La foto mostraba un bocadillo de la marca junto a una regla para medir las dimensiones del producto, que se comercializa en dos tamaños: 6 y 12 pulgadas (algo más de 15 y 30 centímetros).
En estos casos, es cuando se descubre la capacidad de comunicación y respuesta de las empresas. En el caso de Subway, la respuesta fue rápida y la foto fue eliminada de forma inmediata. Ellos se defendieron culpando el proceso de cocina que a veces reduce la dimensión de sus deliciosos bodadillos y es que cuatro de cada siete bocadillos que la compañía vende tienen una talla inferior a la comercializada.