Un gramo de política, tres de Marketing.

La política y el marketing caminan de la mano. La imagen que los políticos y partidos necesitan transmitir se hace  a través de acciones de marketing. Es como si de una empresa se tratara, una empresa cuyos clientes somos todos los ciudadanos con derecho a voto. Y como toda empresa que quiera triunfar y darse a conocer, necesita sus esfuerzos en marketing.

Carteles estratégicamente situados, slogans bien diseñados tratando de llamar la atención de los votantes, discursos preparados, meetings, promesas...cada pequeño detalle cuenta. Todo vale con tal de conseguir más votos. Lo más importante: la imagen que estas personas y organizaciones transmiten al público. Pero ¿qué pasa cuando esta imagen se empaña?

Los escándalos políticos están a la orden del día, si no me equivoco el último fue causado por el  congresista Anthony Weiner en Washington  cuando unas fotos inapropiadas de su cuerpo circularon por las redes sociales causando un futuro posible despido. Reciente es también el caso de Dominique Strauss-Kahn actual ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI) debido a las supuestas agresiones sexuales que acometió.

Pero estas acciones no son ninguna novedad, quizás sea su cargo político o la idea de que nada les sucederá debido al poder que poseen lo que les lleva a hacer esto, el caso es que estos escándalos han estado presentes a lo largo de la historia.

Uno de los más famosos es el "Escándalo Lewinsky" o “Monicagate”, en el cual el cuadragésimo segundo presidente de los Estados Unidos: Bill Clinton, tuvo una aventura con la becaria Monica Lewinsky, disminuyendo automáticamente la popularidad de este y por supuesto arruinando su imagen especialmente con respecto al género femenino.

 Más cercano y en Europa podemos nombrar al primer ministro italiano: Silvio Berlusconi. ¿Qué imagen te transmite este político? Muchos le califican en una sola palabra: mujeriego. Y seguro que también es denominado como machista. Esto se debe a todos los escándalos que ha causado: fiestas subidas de tono, comentarios y piropos inapropiados, fotos censuradas… pero, ¿adivina qué?  Berlusconi no puede ser acusado por esto debido a que actuando de manera inteligente y sabiendo lo que quería, trató de aprobar la llamada ley Alfano mediante la cual los cuatros mayores dirigentes del gobierno de Estado entre los cuales se incluye el puesto de Silvio (Primer Ministro) no serán juzgados por acciones que no estén relacionadas con su posición política y no solo en cuanto al campo sexual se trata, saltarse protocolos en frente de los medios de comunicación, no cumplir las promesas hechas, crear falsas expectaciones son actos que tienen repercusiones.

Estos escándalos no solo tendrán una repercusión en las personalidades que los protagonizan también en los campos que representan: ideología y espacio geográfico, ya se trate de una ciudad, región o del país al completo pues se dirigen a la sociedad, a toda la población incluida en cualquiera de estos aspectos. Uno de los mayores "target"(mercados objetivos) que el campo del marketing pueda abarcar. Cualquier desliz puede tener grandes repercusiones. A veces lo mejor es deshacerse de los causantes del daño, pero la polémica que han causado permanecerá en la historia y serán necesarias grandes inversiones en marketing para renovar la imagen de estas organizaciones así como lo serían para cualquier empresa que compita en el mercado. De la misma forma que una mala política de empresa lleva a esta a la ruina, una mala imagen en tu campaña política lleva al fracaso.