No escondas la cara, ya sé que eres tacaño.

El otro día leí un artículo muy llamativo en la revista Muy Interesante. Se trata de una nueva aplicación. 
Sí, una de esas aplicaciones informáticas características de los smartphones, tablets, ordenadores... Aplicaciones con todo tipo de utilidades. 

Una por ejemplo encuentra el título de cualquier canción, cuando el dispositivo percibe las ondas o el sonido de la canción que suena, otras transforman tus fotos añadiendo efectos inimaginables y así, una infinidad de aplicaciones que pueden ser muy útiles o simplemente un mero entretenimiento.



La siguiente aplicación es algo más compleja y un poco asustadiza. Se trata de una nueva herramienta facial creada por la Universidad Autónoma de Barcelona en colaboración con la Universidad de Princenton. La podríamos denominar como un lector facial ya que, estudiando las facciones de tu rostro es capaz de detectar tu personalidad, desde si eres tacaño hasta si eres amenazador.
Son nueve las características que puede detectar en una persona, si eres: atractivo, amenazador, competente, dominante, extrovertido, fiable, miedoso, simpático o tacaño y con una efectividad de entre el 91% y el 96%.


¿Podría ser útil esta aplicación? Claro que sí, podría ser útil siempre y cuando se use en estudios psicológicos o ayude a recrear el perfil de delincuentes o personas conflictivas pero, tengamos en cuenta que en manos de una empresa, esta herramienta podría acabar con la intimidad del consumidor.

Liketing Picture.

 Conociendo al cliente, su personalidad y si es tacaño, dominante o miedoso por ejemplo, facilitaría el proceso de venta en las corporaciones. Probablemente si el cliente es tacaño solo me interese mostrarle las opciones más baratas. Si es dominante, tendré que poner cuidado en el proceso de negociación y si es miedoso podría quizás aprovecharme de su miedo para convencerle y vender lo que a mí me interesa.
En las negociaciones saber si la otra persona es fiable o no, podría ser crucial.


Esta aplicación sería una joyita para el mundo de los negocios pero si yo soy el consumidor, a mí no me haría ninguna gracia saber que estoy siendo detectada e identificada. De todas formas, en el mundo en el que vivimos puede que aún no estudien nuestras caras del todo, pero si nuestros datos y nuestro cerebro.


Pronto, con un solo click, lo sabrán todo de nosotros, como somos, que nos gusta, donde vivimos, donde nos gustaría vivir, nuestros parientes, nuestras preferencias...Lo que ya es una realidad es el neuromarketing, el estudio de nuestro cerebro en las decisiones de compra. Los estímulos que recibimos, la actividad cerebral que nos lleva a escoger un producto en lugar de otro o las sensaciones que nos produce una acción publicitaria.

 Quiero declarar que no estoy en contra de esta actividad, es más me parece muy útil para el estudio del mercado y para conocer las oportunidades en éste, además de para satisfacer con mayor efectividad a los consumidores pero estoy de acuerdo con este campo del marketing siempre y cuando se respete la privacidad y la intimidad del consumidor y por supuesto que los análisis se realicen a nivel general pues yo por ejemplo, no quiero ser ninguna rata de laboratorio con la que experimenten hasta conocer cada detalle de mi personalidad, mi vida o mi actividad cerebral aunque sé que probablemente ya estén observando nuestro comportamiento de consumo en los supermercados o comercios.