jueves, 1 de noviembre de 2012

En Ohio se intercambia comida por votos electorales.

De acuerdo con la legislación electoral, está prohibido ofrecer cualquier bien material o físico a las personas a cambio de votos. Ya sabéis el proceso, los votos se ganan mediante falsas promesas o palabras vacías pero nunca ofreciendo productos a cambio ¿de acuerdo?

¿Por qué menciono este reglamento? Pues muy sencillo, porque un grupo de seguidores del actual presidente parece haber infringido esta ley lo cual les ha causado una consiguiente queja por parte del grupo republicano y la mala publicidad que les haya generado esta noticia.
Ocurrió en el estado de Ohio. La presión que está generando este enfrentamiento tan reñido entre Obama y Romney llevó al partido demócrata a jugársela en su lucha por ganar las elecciones, de esta forma, la organización estudiantil 'Buckeyes for Obama' trató de movilizar a todas aquellas personas que apoyan al actual presidente pero que no van a las urnas, ofreciéndoles comida gratis.

Dependiendo de la identidad social de cada grupo (mujeres, estudiantes, homosexuales...) se les ofrecía un alimento como porciones de pizza y muffins o distintos eventos y espectáculos. Su lema era: "Comida gratis. Unirnos. Hacer historia".

El proceso era sencillo, las personas veían la oferta y se acercaban para conseguir esa comida gratis, entonces se les ofrecía 'merchardising' de la campaña a favor de Obama, les llevaban al colegio electoral para que votasen y por supuesto les ponían a su disposición la comida prometida.

En cuanto se enteraron de todo esto, los republicanos expusieron una queja que será abordada por la junta electoral.

Yo la verdad es que por lo general, ando muy descontenta con la figura que supone representar el "político". Es cierto que los habrá buenos, pero en la actualidad todos los hechos incitan a dudar acerca de ellos, así pues, si voy a votar y me dan comida gratis al menos sé que me llevo algo en el momento.


De todos modos, no me parece que esta acción que han llevado a cabo los estudiantes sea tan trasgresora, ya que después de todo el voto es libre y secreto. Ellos te pueden incitar a que votes y te pueden intentar convencer de a quién debes o no votar, pero al final somos nosotros los que decidimos y nadie más tiene porque saber a quien votamos. 

Es decir, la comida la daban por votar, a quién se votase o se dejase de votar debía ser problema de cada uno.

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