Pero, ¿qué ocurre si nos limitan alguna de estas etapas, cobrándonos por hacer algo que siempre hemos hecho y que nos da más seguridad a la hora de comprar? Esto es lo que ha hecho una tienda de productos alimenticios sin gluten, aptos para personas celiacas.
El encargado de la tienda ha acabado cansado de que la gente entrase a observar los productos y a pedir consejos para al final salir por la puerta sin consumir nada, a sabiendas de que esas personas buscarían los mismos productos en otros establecimientos o los encargarían a otros negocios por Internet.
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Esta medida ha traído mucha polémica, hay quien defiende la iniciativa argumentando que son muchos los que hacen perder el tiempo a los empleados para luego tan solo adquirir los productos por Amazon y otros portales virtuales mientras hay quien y yo me incluyo opina que esta medida solo conseguirá que la gente no quiera entrar en la tienda y la verdad es que una gran proporción de las ventas se hacen de modo impulsivo, algo que solo puede ocurrir si hay consumidores potenciales dentro de la tienda observando los productos.
Mediante una imposición solo consigue disminuir el número de visitantes en la tienda y por tanto el número de ventas. Nadie quiere arriesgarse a pagar por no comprar pues... ¿y si no tienen lo que buscamos?
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