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El momento de probarse la ropa es una prueba de fuego, hay veces que se teme entrar en los probadores por miedo a verte con algo que no te pueda sentar nada bien y otras se da por asumido que algo no quedará bien, si la autoestima o la confianza en una misma es baja, a la hora de comprar, las dudas y la indecisión aparecerán y probablemente se abandonen las ganas de adquirir algo.
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Se trata de un espejo más grande que el que se puede encontrar en los vestuarios individuales, un espejo que detecta mediante sensores de movimiento cuando alguien está frente a él probándose algún modelito y hace aparecer bomberos virtuales, con rosas, con copas de champán, elegantemente vestidos o simplemente como galanes que cortejan y piropean a la persona que se está probando la ropa.
Las chicas se quedan alucinadas, les siguen el juego y aunque estos bomberos desgraciadamente no existan, consiguen dibujar sonrisas, disminuir la inseguridad de las clientas y hacerlas sentir mejor y es que un piropo de vez en cuando no le sienta mal a ninguna.
Me parece una forma muy curiosa de enfocar el momento probador. Como bien has dicho el probarse la ropa puede suponer un mal trago que puede desilusionar a muchas mujeres. Si mientras te pruebas la ropa te animan unos guapos bomberos... ¿por qué no sentirse más animada y a gusto contigo misma? :)
ResponderEliminarExacto, creo que este efecto probador le sufrimos más las mujeres que los hombres y por eso Penningtons ha utilizado a una figura varonil y muy deseada por las mujeres, para animarlas y porque no, persuadirlas de comprar pero de una forma que gusta.
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