Boicot a Abercrombie & Fitch para reinventar y transformar esta marca de ropa en la número uno de las personas sin hogar.

Todos conocemos la marca Abercrombie & Fitch, una marca cuya imagen trata de relacionarse con la perfección del cuerpo humano: modelos de torso musculoso y cuidado, bolsas con las fotos de unos cuerpos perfectos... Sin duda, una marca para los que les gusta presumir.


El caso es que esta empresa entre otras cosas debido a esa obsesión con un físico perfecto ha tenido muchos problemas, ya hubo polémico con respecto a las condiciones que se ponían a la hora de contratar al personal, con el hecho de que no vendan tallas grandes para mujeres o de que la ropa usada se debería quemar, no donar. Estas son declaraciones hechas por el fundador y director de esta compañía: Mike Jeffries.

Mike ha dejado claro que los productos que se venden en sus tiendas van dirigidos a un público muy específico: personas populares y atractivas, de alguna forma divide a la sociedad en dos grupos de personas: las que son populares y las que no lo son, estas segundas en su opinión no pertenecerán nunca al otro grupo de las personas populares, que son únicas y exclusivas.

Mike Jeffries

Greg Karber

Una persona egocéntrica con ganas de crear polémica en torno a su marca, confiriéndole un carácter de superficialidad que a muchos ya nos cansa, en especial al usuario Greg Karber (@gregkarber) que ha decidido tomar el toro por los cuernos con una iniciativa en la cual nos invita a todos a colaborar.

El objetivo es cambiar y reinventar la imagen de esta marca para bajarle los humos a Mike, una idea que consiste en buscar toda la ropa que nosotros tengamos de Abercrombie  &Fitch y regalársela a la gente que vive en la calle, que es lo que ha hecho Greg y lo cual podemos ver en el vídeo del final de esta entrada.


Así que ya sabéis, si vosotros también pensáis que esta empresa esta transmitiendo unos valores erróneos y que debe escarmentar, puedes unirte al movimiento llamado: #fitchthehomeless y expandirlo entre todos los conocidos, que no sean las marcas las que le impongan las condiciones al consumidor, sino nosotros a ellas. Tienen que aprender a escuchar al consumidor, a escucharnos.

Tras ver todas estas cosas, cada vez me alegro más de no haber comprado jamás esta marca de precios ridículamente altos y declaro mi apoyo a este movimiento pues hay ciertas cosas que no se le deben tolerar a una empresa y mucho menos al director. El siguiente vídeo lo explica muy bien.