A los que nos gusta viajar sin más, para conocer sitios y visitar mundo, lo que más nos importa es el precio y pasamos por alto las estrictas condiciones de las compañías de bajo coste, no obstante, hay a quien le gusta viajar seguro y cómodo, personas que están dispuestas a pagar más y que la verdad se ahorran unos cuantos sustos como el de ayer.
Resulta que Ryanair no es la única compañía protagonista de malas prácticas operativas, hoy EasyJet con un incidente que ha podido ser muy grave pero que ha terminado solo en susto les ha puesto los pelos de punta a todos los pasajeros y va a hacer que el temor corra en algunos de los viajeros que cojan aviones próximamente con la compañía.
Ha sucedido así: en un vuelo desde Barcelona a Berlín se ha roto el cristal de una ventanilla, ha sido una situación peligrosa que ha dado lugar a un aterrizaje de emergencia en Milán. A pesar de que corrió el pánico no ha sucedido nada y tras ser sustituida la ventilla se ha retomado el vuelo.
El problema de estos incidentes, menos o más graves es que generan desconfianza en el consumidor y especialmente en el caso a volar, crea mucho miedo. Las compañías aéreas deberían saber que lo más importante es el consumidor y aunque quieran ofrecer servicios mínimos para ahorrar, deberían garantizar una completa seguridad.
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