domingo, 26 de mayo de 2013

Richard Branson: un presidente empresarial ejemplar que se mezcla con los consumidores de a pie.

Por muchos productos o servicios que adquiramos en las grandes empresas es muy difícil que seamos atendidos o lleguemos a conocer al jefe. Normalmente esta persona que está en lo alto de la pirámide manda y trabaja desde allí arriba, involucrándose lo justo con los empleados.


No es el caso del director del grupo Virgin, Richard Brandon un hombre que no tiene miedo a hacer el ridículo, un director que se inmiscuye con todas las partes interesadas: consumidores, proveedores, empleados e incluso con sus competidores.

Eso sí, mezclarse con su competencia es lo que le ha metido en el último lío. Y ha hecho que este hombre de más de 60 años se vista, se maquille y trabaje como azafata femenina de vuelo en un trayecto desde Perth (Australia) a Kuala Lumpur (Malasia) que son unas 5 horas y media.


Porque se disfrazó Richard de azafata no es ningún misterio se debe a que perdió una apuesta con una de las aerolíneas con las que compite: Air Asia, ya que tanto el propietario de esta empresa asiática como Richard poseen un equipo de Fórmula 1, al final a este último le tocó perder.

Lo que parecía que iba a quedar como una simple y graciosa acción se tornó un acto benéfico por el cual se donaron 100 dólares australianos por billete vendido y el 10% de las ventas generadas durante el vuelo.

Actos como estos son los que diferencian a un jefe de un líder.


No hay comentarios:

Publicar un comentario