Ayudar a disminuir el hambre en el mundo mientras esperas el autobús es posible con WFP.

"Nuestro mundo está lleno de fuertes contrastes sociales. Mientras que nosotros en Europa vivimos en privilegio (a pesar de la crisis, casi no nos falta de nada), 870.000.000 millones de personas alrededor del mundo sufren hambre y desnutrición, pero este problema parece muy, muy lejano..."

Así comienza el vídeo que dejaré al final de esta entrada, el cual nos introduce al gran problema que es el hambre en el mundo y nos cuenta como a pesar de lo lejos que parece estar esta cuestión de nosotros, podemos ayudar de una forma muy sencilla.


Ahora donar alimentos por una buena causa es más fácil que nunca gracias a un nuevo sistema de donación de mano del Programa Mundial de Alimentación de Manos Unidas: World Food Program (WFP) al que han llamado WFP Food Link.

Para facilitar esta genuina acción, han utilizado una parada de autobuses, dos carteles y mucha tecnología tras ellos, de forma que han creado una conexión entre un cartel que mostraba unos apetecibles alimentos y otro que dejaba ver a un niño pasando hambre.

Solo se necesitaban seguir tres sencillos pasos para conseguir alimentar al niño de la foto:


1. Colocar el smartphone frente a cualquiera de los alimentos que aparecía en el primer cartel. Sin necesidad de descargar nada, el alimento que escojas aparecerá en la pantalla del dispositivo móvil.

2. Llevar el móvil con el alimento al otro cartel donde aparece el niño.

3. Colocar el dispositivo en frente de la foto del niño y entonces aparecerá un enternecedor vídeo en el cual el niño da las gracias.

Al final, tú decides si quieres compartir tu buena acción con el resto de la gente a través de Facebook, para incentivar a más gente a que realice esta actividad. Si lo haces, recibirás además, un dibujo a modo de tarjeta de agradecimiento. 

Como ellos dicen se trata de una estupenda acción que no supone ningún coste al usuario y que además hace más entretenida la espera del autobús. Una forma de ayudar sin apenas darte cuenta, con algo que para nosotros puede suponer una simpleza pero que para otras personas puede significar un mundo.