Nutella personaliza etiquetas y Nocilla lanza nuevos diseños para sus tarros.

La famosa crema de cacao comercializada bajo la marca de Nutella es sin duda alguna la crema de chocolate más popular mundialmente. No obstante, en España tiene un fuerte rival, Nocilla cuyo sabor es un tanto diferente pero igualmente exquisito (para los golosos).

Ambas marcas se han centrado en su diseño exterior para desarrollar una nueva estrategia: Nutella lo ha hecho a través de las etiquetas que envuelven el recipiente y Nocilla se ha enfocado tanto en el tarro como en el diseño del etiquetado.

En el primer caso, Nutella ha utilizado una estrategia de marketing personalizado: etiquetas con el nombre de la persona. Es una estrategia con la que lleva al menos 4 meses pero que le ha aportado grandes beneficios, ya que las personas que piden este producto con sus nombres relacionan el producto con una buena experiencia, y lo comparten en las redes sociales, ayudando a promocionar la marca.

En el segundo caso, Nocilla ha utilizado un marketing de licencia. Esto quiere decir que han utilizado legalmente diseños que no son suyos sino de personalidades famosas. Estas personas han sido ni más ni menos que Victorio&Lucchino. Otra estrategia estupenda, teniendo en cuenta que los tarros de Nocilla están en cada casa como sustitutivos de vasos. Y es que son útiles y bonitos.

Para Nocilla esta estrategia no es nueva pues ya antes habían contratado los servicios de Agatha Ruiz de la Prada y Jordi Labanda, así como con licencias Disney. Es espectacular como esta marca, en vez de centrarse en el producto en sí (que es delicioso) se enfoca continuamente en su recipiente (el tarro será también más redondeado), que parece su mayor factor de diferenciación ya que como he mencionado antes, la gente lo reutiliza como vaso.

Es difícil saber que estrategia es mejor o peor, aunque quizás me decantaría por la de Nutella ya que la estrategia de Nocilla es repetida y el marketing relacional (personalizado) siempre genera grandes beneficios en términos del valor percibido por el consumidor.