Obama pasea hasta un restaurante de comida rápida para protestar contra el cierre del Gobierno.

Estados Unidos está sufriendo una grave situación de incertidumbre debido al cierre de la administración gubernamental, medida tras la cual los puntos turísticos más importantes y todas las actividades reguladas por el Gobierno permanecerán cerradas o en suspensión.



Si la cosa continua así podrá suponer la pérdida de empleo y sueldo de 800.000 personas, pero no solo estas familias se verán afectadas, esta medida podría acabar con Wall Street y resultar en una recesión aún peor que la de 2008. Lo cual afectaría a todo el mundo (uno de los inconvenientes de la actual globalización).

Como muchos ya sabréis este cierre administrativo lo ha llevado a cabo la Cámara de Representantes donde la mayoría de representantes son republicanos, así como su presidente John Boehner. La razón por la cual han decidido parar al país ha sido la reforma sanitaria de Obama o el Obamacare, así como el presupuesto que supone llevar a cabo este cambio a un sistema más público y accesible.


Podría escribir sobre esta reforma durante horas pero creo que cada uno tiene ya formada una opinión acerca de lo que este cambio drástico le supondrá a los Estados Unidos de América, el tiempo que llevará implantarlo correctamente, el dinero que costará o las repercusiones positivas y negativas que tendrá.


De lo que voy a hablar hoy es de las técnicas de persuasión del presidente de los Estados Unidos. Quizás para incrementar su popularidad o para ganar más apoyo con respecto a su plan, el presidente ha decido salir de la Casa Blanca y pasear hasta un restaurante de comida rápida cercana. Él ha expuesto que su motivo es protestar y hacer cambiar de opinión a los republicanos pero, ¿será suficiente con esta acción?

El campechano presidente ha pedido un sandwich y ha pagado el pedido del vicepresidente Joe Biden, quien ha participado en esta inusual actividad. Mientras pedía ha dado un pequeño discurso exponiendo las causas por las cuales el gobierno debería ser reabierto. Los empleados y la gente se han quedado maravillados con el acercamiento del presidente.

Otro punto de la estrategia de Obama era el restaurante escogido, un pequeño local que ofrece un 10% a los empleados de la administración que están sufriendo las consecuencias de un cierre injusto y que más bien parece un capricho de un partido que no se da cuenta del daño que puede hacer no solo a los Estados Unidos, sino a todo el mundo.

Bajo esta inusual táctica, Barack Obama ha demostrado ser un presidente no solo carismático sino cercano al pueblo. Sin duda y no voy a juzgar sus decisiones en el gobierno, se puede decir que este señor sabe venderse entre la gente. Ahora solo queda que dialogue con el partido Republicano para que puedan lograr un acuerdo que no agrave una situación que ya es complicada.