Entre declaraciones como que la ropa de Abercrombie solo la pueden llevar las personas atractivas y populares, el aspecto de que los empleados tienen que lucir un físico perfecto o el hecho de que Mike Jeffries (director de Abercrombie) pidiera a una persona que dejase de usar la ropa de su marca por no identificarse dentro de su definición de atractivo, han generado varios boicots por parte de los usuarios.
No obstante, parece que la presión está haciendo efecto y poco a poco el método empresarial está cambiando. No solo Hollister (marca de Abercrombie) decidió reducir la vigilancia en sus empleados hace poco: Los empleados de Hollister ya no necesitarán ser vigilados cuando van al baño, también las tiendas Abercrombie & Fitch han decidido ampliar las tallas en sus líneas de ropa femenina.
Hasta ahora la talla más grande era una 40, una talla que al ser máxima discriminaba a las chicas con una complexión más grande, limitando su público de venta. Aunque han anunciado que quieren parar la discriminación, se sospecha que está decisión ha sido tomada por la caída en ventas y el aumento en ventas de competidores.
Sea el motivo que sea, está bien ver como el superficial y orgulloso Mike Jeffries cede al público mayoritario... Si queréis estar más informados acerca de boicot hacía la compañía no dudéis en leer la siguiente entrada: Boicot a Abercrombie & Fitch para reinventar y transformar esta marca de ropa en la número uno de las personas sin hogar.
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