El marketing se utiliza con muchas
finalidades: informar, vender, concienciar… son tantas las opciones como las
compañías u organizaciones que necesitan de esta herramienta.
Al contrario de lo que
muchos piensan, el marketing no es solo cuestión de empresas comerciales,
también los gobiernos, las organizaciones no gubernamentales e incluso personas requieren de su uso para sacar adelante
proyectos e ideas.
Un caso muy especial es el
del ministerio de defensa, en cuyo caso el
marketing consiste principalmente en atraer y
reclutar a nuevos militares. Seguro que todos os acordáis del cartel del
Tío Sam, en el que se incitaba a los estadounidenses a unirse al ejército, pues
bien, eso era una campaña de marketing.
Otra campaña que como esta,
tampoco será fácilmente olvidada, es la que se ha llevado a cabo en Alemania,
aunque en este caso será recordada más bien debido a la incorrecta vía de comunicación que ha escogido el ejercito para
presentar su anuncio.
Os estaréis preguntando en
que medio se han anunciado, pues bien, ni más ni menos que en la página Web de
la revista Bravo;
una revista que yo compraba cuando tenía 13 o 14 años y que está claramente
destinada a un público de esa misma edad.
Aparte de la vía de
comunicación, también ha sido incorrecta la forma de publicitarse pues
resultaba en mi opinión demasiado atractiva y un tanto engañosa: bajo la
pregunta “¿Prefieres
la montaña o la playa?” se mostraban imágenes de jóvenes disfrutando
y se vendían como “campamentos de aventuras”,
“viajes en aviones militares a Cerdeña” o “batallas de agua y
rappel en acantilados vertiginosamente altos”.
¿A qué padres le gustaría
que su hija o hijo de 14 años les llegara con la revista en la mano o el
ordenador y el sitio Web en primera plana pidiéndoles por favor que le dejasen alistarse?
Yo respeto el servicio que
realizan las Fuerzas
Armadas, genera seguridad, confianza y trabajan muy duro por el
país, hasta el punto de arriesgar sus vidas, pero creo que el público que lee
esta revista no es aún suficientemente maduro y muchas veces los chicos de
estas edades son fáciles de convencer,
especialmente en cuestiones de consumo y todavía
más, si se lo pintan todo bonito, como un mundo de aventuras.
La campaña ha sido como os
imaginaréis, totalmente criticada, no solo por usuarios y padres, también por
ONG’s como Terres
de Hommes que ha hecho una declaración con la que estoy totalmente
de acuerdo: “No estamos diciendo que las fuerzas
armadas no puedan anunciarse, pero deberían excluir a los niños de su público
objetivo”.
Parece ser que esta
publicidad tan a la desesperada se ha realizado a causa de necesidad pues el
servicio militar obligatorio fue eliminado el año pasado y ahora buscan a
voluntarios que se unan por cualquier medio, incluso si éste no es el más
correcto.
Claro,
que culpa tiene también la revista, por permitir que este anuncio esté presente
en su contenido, por el cual ha sido igualmente criticada. Ambas partes
deberían tener más cuidado la próxima vez, pues en
este caso la polémica no vende sino más bien, les causa una muy mala
imagen a los partícipes.